lunes, 19 de agosto de 2013

Al nuevo alcalde


11 de Junio de 2011.
 
A la atención de: Joaquín Portolés Beltrán.
Alcalde del Muy Ilustre Ayuntamiento de Buñuel

Muy señor alcalde:
            En primer lugar he de felicitarle por su elección como alcalde de nuestro pueblo, pues ha sido su voluntad la de representarnos a todos los buñueleros y  los buñueleros por mayoría así lo han querido.
            Mi más sincera enhorabuena.
           Imagino que tendrá noticias de las acciones y actos que estoy organizando a título personal para rememorar, después de setenta y cinco años y por primera vez en nuestra historia, los sucesos ocurridos en nuestro pueblo en el verano de 1936 y que han sido los hechos más trágicos y más determinantes que se recuerdan y que todavía duelen las laceradas en el alma vieja de muchas casas.
           Son duros y crueles pero hemos de tener el valor de recordarlos.
          En las cartas enviadas por mí a su antecesor Don Santiago Mayayo Chueca ya le hice partícipe de mis propósitos y con ellas traté de recabar su colaboración y de procurar mi disposición, sin que recibiera ninguna respuesta directa y presta por su parte.
          Las cartas son de fechas:
                  19 de Abril de 2010
                  25 de Mayo de 2010
                  30 de Junio de 2010
                  25 de Diciembre de 2010
                 11 de Enero de 2011
                 No me cabe duda de que estas cartas estarán en los archivos de la Casa Consistorial, en todo caso las tengo a su disposición en cuanto las solicite.

De todas las actuaciones a las que se hacen referencia, por mis propios medios y bajo mi estricta responsabilidad, como ciudadano comprometido con mi pueblo, dos de ellas se han cumplido:
                 17 de Diciembre de 2010
                 Presentación de la obra:
                       Buñuel verano de 1936 de la esperanza al terror.
                 10 de Junio de 2011
                 Presentación de la obra:
                        Como la mula al surco, en memoria de Luís Tajafuerce Morales
                 Para finalizar en año tengo previsto presentar la obra:
                        Al pasar la barca.
                Son todo estas obras, obras de recuerdo de la historia de nuestro pueblo que de nuevo se las ofrezco a la corporación que usted desde hoy mismo preside, sin ningún beneficio por mi parte, estas cosas no se hacen por dinero, para que puedan repartirlas a todos los vecinos del pueblo como se ha hecho en otras ocasiones con otras obras del mismo índole.

Sabrá perdonarme porque esta carta se la haya tenido que escribir a usted nada más tomado posesión de su cargo, pero entenderá que el resto de los actos que estoy organizando se van a suceder de inmediato, y para poder recabar su colaboración y su participación, y dado el requisito de tiempo necesario para poder tomar una decisión de este tipo, he creído conveniente al menos poner en su conocimiento los actos previstos para la tarde del día 23 de Julio en el cruce de calles al que llamamos Carasol.
             Allí estarán invitados a estar todos los huérfanos de aquellos asesinados en aquel verano para que sean receptores de la afirmación a sus padres por parte de los hijos de su pueblo, sus vecinos.
             El acto comenzará con un llamamiento que realizará un grupo acústico y que rememorará los golpes que deban a las puertas de la casa consistorial a la cuatro de la tarde de aquel fatídico 23 de Julio de 1936, para simular los tiros que abatieron de la vida a Alfonso y a Martín.
             Luego será una aclamación de la inocencia, un reconocimiento de la injusticia, un homenaje de recuerdo hacia aquellas cincuenta y dos personas asesinadas aquel verano, que creo que sería importante se hiciera en nombre de todo el pueblo representado por usted mismo con arreglo a esta idea.

Han pasado setenta y cinco años desde que sucedieron los acontecimientos que en este día pasados setenta y cinco años recordamos, traídos hasta aquí, cogidos por la necesidad humana de hacer un mínimo de justicia.
Estos son los hechos: hombres de nuestro pueblo, incorporados a los militares que se habían levantado contra la legalidad republicana en 18 de Julio de 1936, fueron a por vuestros padres y los sacaron de sus casas y los asesinaron.
Suplantaron la ley y obraron de manera criminal.
Estos hechos, que son los más trágicos y determinantes de la historia de nuestro pueblo, que en estos tiempos a todos nos pueden parecer increíbles, en aquellos tiempos para vuestros padres fusilados también eran imposibles de creer,  y contra ellos, tenemos que reconocer que ocurrieron.
Eran hombres inocentes.
Los acusaron injustamente.
Los asesinaron.
Hechos que se como una maldición se han querido desconocer y cubrir con mil mentiras, y hasta este día,  nos hemos sugestionado, nos hemos refugiado en el silencio, poniéndonos de acuerdo en que son hechos tan graves y trágicos que se han de olvidar. Y no se puede olvidar sino que ha que reconocerlos y dejar constancia de que desgraciadamente ocurrieron
En este momento hemos de pedir perdón por todos.
Por los que hicieron
Por los que no evitaron
Y por las dos generaciones del pueblo que han callado.
 

Se tratará de que sea un acto en el que todos los presentes, con usted a la cabeza, autoridades y ciudadanos, herederos de los unos y de los otros, y todas aquellas personas que acudan a acompañarnos de otros pueblos, se sientan protagonistas y a continuación todo aquel que lo desee, sin exclusión ni medida, y que entienda que tiene algo que decir al resto de los presentes, desde su propia libertad, tendrá oportunidad a decir aquello que quiera.

Acabadas las intervenciones y teniendo de testigos a todos los partícipes en el acto, está previsto colocar en los porches de Ayuntamiento una placa con unos de estos dos textos para que quede constancia en el corazón del pueblo de aquellos acontecimientos.

EN LOS BAJOS DE ESTE AYUNTAMIENTO EL DÍA 23 DE JULIO DE 1936 ASESINARON AL ALCALDE ALFONSO MARQUINA Y AL SECRETARIO MUNICIPAL MARTÍN DOMINGO. TAMBIEN ERAN CONCEJALES DE ESTE AYUNTAMIENTO REPUBLICANO EN ESTA FECHA: FAUSTO LAHERAS Y JULIAN TRISTÁN, QUE FUERON ASESINADOS EL DÍA 25 DE JULIO, ALEJANDRO PASCUAL Y AVELINO ARRIAZU QUE FUERON SACADOS DE SUS CASAS Y ASESINADOS Y ABANDONADOS EL DIA 26 DE AGOSTO. EN EL SALON DE PLENOS DE ESTA CASA CONSISTORIAL AQUEL VERANO DE 1936, SIN CULPA NINGUNA, MÁS DE UN CENTENAR DE VECINOS ESTUVIERON PRESOS. UN TOTAL DE DIECINUEVE HOMBRES, EN DIAS DISTINTOS, FUERON SACADOS A LA MUERTE. PORQUE FUERON INOCENTES: EN MEMORIA DE MARTINA Y DE LOS CINCUENTA Y UN HOMBRES, QUE EN ESTE SU PUEBLO, AQUEL VERANO DE 1.936, FUERON ASESINADOS IMPUNEMENTE, Y HOY, ALGUNOS DE SUS CUERPOS ESTÁN DESAPARECIDOS.

Al traspasar la puerta entornada
al umbrío zaguán de la alcaldía
 refrena el corazón y mira abajo
tus piés están pisando gallardía.
Si aguzas los sentidos afilados
mientras cierras los ojos un segundo
toda la fuerza bruta de este mundo
se abate sobre hombres humillados.
Rezuman amapolas sus heridas
se asusta de su gesta el asesino
golpean sus cabezas en las puertas
maldiciendo su cuna y su apellido.
In memoriam de Martina y 51 hombres más.
En su representación:
Alfonso Marquina (Alcalde) Martín Domingo (Secretario)  
Fausto Lasheras, Julián Tristán, Alejandro Pascual y Avelino Arriazu. (Concejales)
            
            Le adjunto los dos textos para que puedan elegir el que mejor proceda a su parecer, en la confianza de que desde esa Corporación estará de acuerdo con esta idea, y de que no solamente tendremos el oportuno permiso, sino que también el Ayuntamiento cargará con los costes y colocación de la placa, e incluso, espero, proveerá al acto de un centenar de sillas en las que se puedan sentar las personas mayores y la megafonía para que quien tenga poca voz pueda también hacer uso de la palabra, y todos aquellos detalles que son necesarios para que un acto de este tipo tenga la debida dignidad..

Dejo para otra, el detalle de los actos de los días 25 y 26 de Agosto, y en esta, quedo a su disposición para lo que usted entienda conveniente, desde la esperanza y el ánimo, que no se me agotan a pesar de la dificultad que esta tarea representa en nuestro pueblo, en que esta generación nuestra, aunque aquellos tiempos nos queden lejos, habremos de tener una perspectiva histórica y dar la importancia y trascendencia a aquellos hechos tan injustos como determinantes en la historia de nuestro pueblo, y sabremos y daremos cura: a esta herida que ha extenuado de dolor a muchas víctimas.

Muy atentamente.