11 de Junio de 2011.
A la
atención de: Joaquín Portolés Beltrán.
Alcalde
del Muy Ilustre Ayuntamiento de Buñuel
Muy señor alcalde:
En primer lugar he de felicitarle por su
elección como alcalde de nuestro pueblo, pues ha sido su voluntad la de
representarnos a todos los buñueleros y
los buñueleros por mayoría así lo han querido. Mi más sincera enhorabuena.
Imagino que tendrá noticias de las acciones y actos que estoy organizando a título personal para rememorar, después de setenta y cinco años y por primera vez en nuestra historia, los sucesos ocurridos en nuestro pueblo en el verano de 1936 y que han sido los hechos más trágicos y más determinantes que se recuerdan y que todavía duelen las laceradas en el alma vieja de muchas casas.
Son duros y crueles pero hemos de tener el valor de recordarlos.
En las cartas enviadas por mí a su antecesor Don Santiago Mayayo Chueca ya le hice partícipe de mis propósitos y con ellas traté de recabar su colaboración y de procurar mi disposición, sin que recibiera ninguna respuesta directa y presta por su parte.
Las cartas son de fechas:
19 de Abril de 2010
25 de Mayo de 2010
30 de Junio de 2010
25 de Diciembre de 2010
11 de Enero de 2011
No me cabe duda de que estas cartas estarán en los archivos de
De todas las actuaciones a las que se hacen
referencia, por mis propios medios y bajo mi estricta responsabilidad, como
ciudadano comprometido con mi pueblo, dos de ellas se han cumplido:
17 de Diciembre de 2010 Presentación de la obra:
Buñuel verano de 1936 de la esperanza al terror.
10 de Junio de 2011
Presentación de la obra:
Como la mula al surco, en memoria de Luís Tajafuerce Morales
Para finalizar en año tengo previsto presentar la obra:
Al pasar la barca.
Son todo estas obras, obras de recuerdo de la historia de nuestro pueblo que de nuevo se las ofrezco a la corporación que usted desde hoy mismo preside, sin ningún beneficio por mi parte, estas cosas no se hacen por dinero, para que puedan repartirlas a todos los vecinos del pueblo como se ha hecho en otras ocasiones con otras obras del mismo índole.
Sabrá perdonarme porque esta carta se la
haya tenido que escribir a usted nada más tomado posesión de su cargo, pero
entenderá que el resto de los actos que estoy organizando se van a suceder de
inmediato, y para poder recabar su colaboración y su participación, y dado el
requisito de tiempo necesario para poder tomar una decisión de este tipo, he
creído conveniente al menos poner en su conocimiento los actos previstos para
la tarde del día 23 de Julio en el cruce de calles al que llamamos Carasol.
Allí estarán invitados a estar todos los
huérfanos de aquellos asesinados en aquel verano para que sean receptores de la
afirmación a sus padres por parte de los hijos de su pueblo, sus vecinos.El acto comenzará con un llamamiento que realizará un grupo acústico y que rememorará los golpes que deban a las puertas de la casa consistorial a la cuatro de la tarde de aquel fatídico 23 de Julio de 1936, para simular los tiros que abatieron de la vida a Alfonso y a Martín.
Luego será una aclamación de la inocencia, un reconocimiento de la injusticia, un homenaje de recuerdo hacia aquellas cincuenta y dos personas asesinadas aquel verano, que creo que sería importante se hiciera en nombre de todo el pueblo representado por usted mismo con arreglo a esta idea.
Han pasado
setenta y cinco años desde que sucedieron los acontecimientos que en este día
pasados setenta y cinco años recordamos, traídos hasta aquí, cogidos por la
necesidad humana de hacer un mínimo de justicia.
Estos son los
hechos: hombres de nuestro pueblo, incorporados a los militares que se habían
levantado contra la legalidad republicana en 18 de Julio de 1936, fueron a por
vuestros padres y los sacaron de sus casas y los asesinaron.
Suplantaron la
ley y obraron de manera criminal.
Estos hechos,
que son los más trágicos y determinantes de la historia de nuestro pueblo, que
en estos tiempos a todos nos pueden parecer increíbles, en aquellos tiempos
para vuestros padres fusilados también eran imposibles de creer, y contra ellos, tenemos que reconocer que
ocurrieron.
Eran hombres
inocentes.
Los acusaron
injustamente.
Los
asesinaron.
Hechos que se
como una maldición se han querido desconocer y cubrir con mil mentiras, y hasta
este día, nos hemos sugestionado, nos
hemos refugiado en el silencio, poniéndonos de acuerdo en que son hechos tan
graves y trágicos que se han de olvidar. Y no se puede olvidar sino que ha que
reconocerlos y dejar constancia de que desgraciadamente ocurrieron
En este
momento hemos de pedir perdón por todos.
Por los que
hicieron
Por los que no
evitaron
Y por las dos
generaciones del pueblo que han callado.
Se tratará de que sea un acto en el que
todos los presentes, con usted a la cabeza, autoridades y ciudadanos, herederos
de los unos y de los otros, y todas aquellas personas que acudan a acompañarnos
de otros pueblos, se sientan protagonistas y a continuación todo aquel que lo
desee, sin exclusión ni medida, y que entienda que tiene algo que decir al
resto de los presentes, desde su propia libertad, tendrá oportunidad a decir
aquello que quiera.
Acabadas las intervenciones y teniendo de
testigos a todos los partícipes en el acto, está previsto colocar en los
porches de Ayuntamiento una placa con unos de estos dos textos para que quede
constancia en el corazón del pueblo de aquellos acontecimientos.
EN LOS BAJOS DE ESTE AYUNTAMIENTO EL DÍA 23 DE JULIO DE 1936 ASESINARON
AL ALCALDE ALFONSO MARQUINA Y AL SECRETARIO MUNICIPAL MARTÍN DOMINGO. TAMBIEN
ERAN CONCEJALES DE ESTE AYUNTAMIENTO REPUBLICANO EN ESTA FECHA: FAUSTO LAHERAS
Y JULIAN TRISTÁN, QUE FUERON ASESINADOS EL DÍA 25 DE JULIO, ALEJANDRO PASCUAL Y
AVELINO ARRIAZU QUE FUERON SACADOS DE SUS CASAS Y ASESINADOS Y ABANDONADOS EL
DIA 26 DE AGOSTO. EN EL SALON DE PLENOS DE ESTA CASA CONSISTORIAL AQUEL VERANO
DE 1936, SIN CULPA NINGUNA, MÁS DE UN CENTENAR DE VECINOS ESTUVIERON PRESOS. UN
TOTAL DE DIECINUEVE HOMBRES, EN DIAS DISTINTOS, FUERON SACADOS A LA MUERTE. PORQUE
FUERON INOCENTES: EN MEMORIA DE MARTINA Y DE LOS CINCUENTA Y UN HOMBRES, QUE EN
ESTE SU PUEBLO, AQUEL VERANO DE 1.936, FUERON ASESINADOS IMPUNEMENTE, Y HOY,
ALGUNOS DE SUS CUERPOS ESTÁN DESAPARECIDOS.
Al traspasar la puerta entornada
al umbrío zaguán de la alcaldía
refrena el corazón y mira abajo
tus piés están pisando gallardía.
Si aguzas los sentidos afilados
mientras cierras los ojos un segundo
toda la fuerza bruta de este mundo
se abate sobre hombres humillados.
Rezuman amapolas sus heridas
se asusta de su gesta el asesino
golpean sus cabezas en las puertas
maldiciendo su cuna y su apellido.
In memoriam de
Martina y 51 hombres más.
En su
representación:
Alfonso
Marquina (Alcalde) Martín
Domingo (Secretario)
Fausto Lasheras, Julián Tristán, Alejandro Pascual y Avelino Arriazu. (Concejales)
Le adjunto los dos textos para que puedan elegir el que mejor proceda a su parecer, en la confianza de que desde esa Corporación estará de acuerdo con esta idea, y de que no solamente tendremos el oportuno permiso, sino que también el Ayuntamiento cargará con los costes y colocación de la placa, e incluso, espero, proveerá al acto de un centenar de sillas en las que se puedan sentar las personas mayores y la megafonía para que quien tenga poca voz pueda también hacer uso de la palabra, y todos aquellos detalles que son necesarios para que un acto de este tipo tenga la debida dignidad..
Dejo para otra, el detalle de los actos de
los días 25 y 26 de Agosto, y en esta, quedo a su disposición para lo que usted
entienda conveniente, desde la esperanza y el ánimo, que no se me agotan a
pesar de la dificultad que esta tarea representa en nuestro pueblo, en que esta
generación nuestra, aunque aquellos tiempos nos queden lejos, habremos de tener
una perspectiva histórica y dar la importancia y trascendencia a aquellos
hechos tan injustos como determinantes en la historia de nuestro pueblo, y
sabremos y daremos cura: a esta herida que ha extenuado de dolor a muchas
víctimas.
Muy atentamente.